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jueves, 18 de noviembre de 2010

El laberinto

El laberinto
Monologo, para mujer.
Por. Anderson Perea Escarpeta
Me siento en un laberinto, se siento encerrado como en una cárcel. El dolor es ese el sentimiento mas profundo que ha inundado mi alma. Me siento destrozado tanto odio y horror cubren mi vida, que al parecer no tengo salida, el miedo cunde todo este espacio está a cercándose, no se que me está  pasando, pero esperen alguien se acerca ¿será alguno que viene a  acabar con mi vida y segar la existencia a este pobre ser, que lo único que quiere es vivir.  ¿Dios no creo a ningún ser mas inteligente que otro, ni mejor que otro?.  !No…. parece más bien otra cosa¡. ¿Que será?... A lo lejos veo una luz tan esclarecida que empaña mi vista. Será  alguien que viene a mitigar mi dolor tormentoso y dar un poco de aliento a esta vida vacía y sin esperanza. ¡Oh señor!, no dejes que el enemigo continúe acabando con la libertad y amor entre los seres humanos.  Que los vínculos comunitarios se reivindiquen y que la corrupción de nuestros dirigentes no nos lleve a la desgracia. Mejor elevare una oración al cielo, gritaré lo mas duro que pueda. “señor lléname de  libertad y tu fe tan fulgente se la luz traída a mí y puede sentirme humano”. 

¿Humano?... ¿Será que por ser de otro color de piel, no puedo sentir amor, que es el clímax extasiado de la humanidad?.  El color de piel es un atributo del eterno padre celestial, el cual en su benevolencia ubicó a cada etnia en un territorio específico. Los negros en zonas calientes porque son más resistentes al Sol.  A los blancos en lugares fríos porque en estos son más productivos y se evitan de muchas enfermedades,  y que decir de los indígenas; en lugares más tropicales ya que no son ni muy resistentes al frio ni muy laboriosos en las zonas calientes.  Al  igual que la diferenciación musical se vuelve distintas en cada etnia, así mismo será la intensidad y la rapidez en sus patrones rítmicos.
Entonces ¿por qué  arrancar al campesino de su territorio o de su parcela, siendo este el único lugar en el cual puede tener su libre desarrollo?.
Pero de repente aparecen unos hombres blancos que quieren arrancarme de este territorio que es mío.  Gritaré ¡no….no…! Dios ten misericordia de mí y sálvame.
Fin

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